Origen del goldfish

Los goldfish son originarios de Asia Oriental donde los criaban en estanques. Esto, no solo por su belleza, sino por la creencia de que la tenencia de estos peces proporcionaba suerte y fertilidad.

El goldfish o carpín dorado es un pez de la familia Cyprinidae que ha sido criado desde hace más de 1000 años. Por esta razón ostenta el título de pez de agua dulce más popular de la historia.

Sus colores y formas han ido evolucionando a través de los años por mutaciones espontáneas y otras hechas por el hombre. En la actualidad hay entre 350 y 400 variedades.

Estas variedades incluyen formas del cuerpo, variaciones en las aletas, en la cabeza y los ojos.

También presentan colores tan variados que van del típico naranja hasta el negro, pasando por el blanco y el amarillo. Los hay con pintas, tricolores y variaciones de todos estos colores.

Algunas de estas mutaciones están prohibidas en la actualidad por considerarse maltrato animal. Esto es debido a que los cambios han afectado su morfología de tal manera que los hace propensos a enfermedades afectando su calidad de vida.

Características de los goldfish

Los goldfish son peces robustos y de temperamento tranquilo que se llevan bien con otras especies.

Los encontraremos de diversos tamaños, dependiendo de la variedad. Algunos ejemplares pueden alcanzar los 35 cm en condiciones óptimas.

Tienen una expectativa de vida de entre 6 y 8 años y llegan a su madurez sexual al año. Dependiendo de las características de su pecera pueden seguir creciendo hasta los dos o tres años.

El goldfish se alimenta de plantas, insectos y pequeños crustáceos. Actualmente existen en el mercado preparados específicos para ellos.

Pero debemos estar atentos, ya que son un poco glotones. Por esta razón, debemos vigilar su ingesta de alimentos. Hay que limitarla a unas 2 o 3 veces al día, moderando la cantidad suministrada. Así se evita el exceso de comida que va a parar al fondo de la pecera a descomponerse.

Tenencia de un goldfish

Los goldfish son peces con una gran capacidad de adaptación. Sin embargo, están asociados con peceras tipo bola de cristal donde los vemos solos y letárgicos.

Esto, básicamente, es la peor forma de tener un goldfish o cualquier otro pez. Este tipo de envases solo hacen que el pez se estrese, se debilite, no crezca y, por consiguiente, muera al poco tiempo.

Los goldfish, a pesar de ser muy tranquilos, disfrutan de la compañía de otros peces de su mismo tamaño, aunque no sean de su misma especie. También necesitan una pecera lo suficientemente grande para poder nadar, compartir y dormir.

Si, dormir, porque aunque no lo creas los peces duermen. Solo que, como carecen de párpados, no cierran los ojos.

Para escoger la pecera adecuada deberás calcular que tenga una capacidad de más de 40 litros por pez para las variedades pequeñas.

Hay que tomar en cuenta que todo lo que pongamos en el acuario, como plantas y ornamentos, le resta capacidad al mismo. Preferiblemente debe ser un acuario horizontal, ya que los peces se mueven mejor en ese sentido.

Además, la pecera debe estar ubicada en un lugar iluminado pero que no reciba luz directa.

Los acuarios tapados son excelentes opciones ya que generalmente vienen con iluminación integrada. También, evitan la evaporación, los cambios bruscos de temperatura y que entren agentes externos que puedan alterar las condiciones del acuario.

En cuanto a la temperatura, esta debe oscilar entre los 15 y 20 grados con un pH de entre 7 y 8.

Los goldfish son peces que producen mucho desecho, por lo que el sistema de filtración debe estar por encima de las especificaciones del fabricante. Igualmente, la limpieza del espacio debe hacerse semanalmente renovando un tercio del agua cada vez.