El verano y sus días calurosos están aquí. Así como las personas tomamos precauciones al momento de exponernos al sol, nuestros gatos también requieren de preparativos especiales para que estén tranquilos y saludables durante esta temporada.

Cepíllale el pelo pero no se lo cortes.

El pelo enmarañado retiene el calor por lo que cepillar la cabellera de tu gato ayudará a mantenerlo fresco –especialmente a los de pelo largo-. Eso sí, no lo rapes pues puede ser perjudicial para su salud.

Los cubitos de hielo son tus mejores aliados.

Agrégale un par de cubitos de hielo al agua para que se enfrié. Los cubos también son el juguete perfecto en verano, porque se resbalan por el piso al mismo tiempo que refrescan.

Aprovecha las toallitas húmedas para bajar su temperatura.

Frota la cabeza de tu gato con toallitas húmedas o con un paño mojado un par de veces al día. Crear un muñequito con ellas para que juegue y meterlo a la refrigeradora unos minutos antes también funciona.

Reserva las horas de juego para la noche.

Olvídate de jugar con tu gatito y ese peluche de ratón durante las horas de mayor calor. Un gato agitado es un animal con temperatura elevada y deshidratado.

Asegúrate de ofrecerle a tu gato espacios con sombra.

Prepárale un espacio fresco poniendo una caja de cartón y alguno de sus juguetes en una habitación con poca luz, un clóset o incluso la espalda de algún mueble. Lo importante es que tenga sombra y el ambiente esté ventilado.

Bloqueador para los exploradores

Si tu gato es de los que merodea fuera de casa, asegúrate de que su nariz, orejas y patas estén protegidas con bloqueador solar para animales antes de aventurarse a la calle.

No te cierres a las elecciones de tu gato.

Es muy común que durante los días de mucho calor encuentres a tu gato dentro de la tina de baño, en la ducha o en el lavabo de la cocina. Las cerámicas son más frescas y por eso eligen estar allí.