Acompañándonos en miles de aventuras a lo largo de los años, nuestras mascotas forman parte de la familia. Con el paso del tiempo, sin embargo, llegan cambios en la salud y el ánimo de nuestros engreídos. ¿Sabes cómo medir la calidad de vida de tu mascota de la tercera edad para darle los cuidados adecuados?
A continuación, te presentamos un método para este objetivo que es utilizado por veterinarios en diversas partes del mundo llamado “HHHHHMM” por sus siglas en inglés (Hurt, Hunger, Hydration, Happiness, Mobility y More Good Days than Bad Days). En él se medirán ciertos factores para determinar la calidad de vida de tu mascota en un rango del 0 al 10.
- ¿Mi mascota está adolorida?
Poder darle a tu mascota un control adecuado del dolor (así sea recetado por el veterinario) es el principal factor al medir su calidad de vida. Su habilidad para respirar sin dificultad también se incluye en este punto.
- ¿Tiene apetito mi mascota?
La pérdida de apetito es común en mascotas enfermas o de edad avanzada. Es necesario consultar con el veterinario sobre qué opciones tomar (cambiar alimento seco por húmedo o, incluso, comida hecha en casa que sea más atractiva para la mascota).
- ¿Está hidratada mi mascota?
Es vital que nuestro perro o gato esté hidratado para que pueda mantener su salud. Como sus cuidadores, debemos prestar atención a cuánta agua toma nuestra mascota. En caso de que disminuya es importante avisarle al veterinario.
- ¿Puede mi mascota mantener su propia higiene?
Una buena higiene es clave para la calidad de vida de una mascota. ¿Puede tu engreído ser cepillado y limpiado? Si se trata de un gato, ¿puede lamerse y bañarse a sí mismo? Si tu mascota tiene poca movilidad, ¿está en una posición que permite que no se ensucie tras hacer sus necesidades? Quizás deberás ayudarlo.
- ¿Mi mascota es feliz?
¿Disfruta tu mascota de la compañía de la familia o parece que su mente está en otro lugar sin nada que lo motive? ¿Puede jugar queriendo mordisquear o agarrar un juguete así no se mueva mucho? ¿Se le ve aburrida o deprimida? ¿Aún disfruta de las caricias? Conversa con el veterinario para encontrar opciones que motiven a tu mascota.
- ¿Cómo se encuentra la movilidad de mi mascota?
Este factor dependerá de qué tan activa era normalmente tu mascota. ¿Puede tu perro salir aunque sea a dar paseos cortos y lentos? ¿Puede movilizarse dentro de casa para realizar tareas vitales (ir hacia su plato de comida, entrar en su caja de arena)? ¿Está ayudando la medicación?
- ¿Tiene mi mascota más ‘días buenos’ que ‘días malos’?
Pregúntate si es que tu mascota tiene más ‘días buenos’ que ‘días malos’ (en los que hay vómitos, dolor, diarrea, caídas, etc.). Si es que los ‘días malos’ están pegados unos a otros por una seguidilla de tiempo, su calidad de vida puede estar comprometida. Convérsalo con tu veterinario.