El Mastín Tibetano es un perro de grandes proporciones con un pelaje que asemeja a un león pero con un temperamento tranquilo. Todo lo que necesitas saber sobre esta raza te lo explicaremos aquí
Historia del Mastín Tibetano
Como su nombre lo indica, el Mastín Tibetano es oriundo del Tíbet, en la cordillera del Himalaya, donde fue criado para reunir y proteger el ganado.
También, tenía como función proteger los templos budistas por su enorme tenacidad, valentía y potente ladrido.
Aunque no es una raza muy popular y estuvo a punto de extinguirse, fueron criadores del Reino Unido quienes durante el siglo XIX recuperaron la raza.
En la actualidad, este Mastín ha sido relegado de la mayoría de sus funciones, convirtiéndose en un animal de compañía y protección.
Características del Mastín Tibetano
Se cree que la mayoría de los mastines europeos deben su origen a este animal.
Considerada una de las razas más antiguas, el Mastín Tibetano o Do Khyi, como se le conoce en su tierra natal, es un perro que se posiciona en la categoría de gigante y que no ha presentado cambios morfológicos relevantes desde sus orígenes.
El Mastín Tibetano posee huesos gruesos y pesados, pecho ancho y patas musculosas.
También, posee una enorme cabeza, un tanto desproporcionada, con un pelaje que la cubre y se asemeja a la melena de un león.
Los ojos de este perro están hundidos y la trufa es oscura.
Tiene las orejas triangulares y le cuelgan, y posee un pelaje abundante y muy tupido.
Los colores del Mastín Tibetano pueden variar, siendo los más comunes el gris, dorado, marrón y negro, aceptándose alguna pequeña mancha blanca.
El Mastín es un perro de muda. Posee una capa larga en el exterior y más corta interna, que en los meses de verano se hace menos abundante.
El Do Khyi llega a medir unos 70 cm a la cruz y puede pesar hasta 100 kg, siendo su expectativa de vida de unos 11 años.
Temperamento del Mastín Tibetano
El Mastín es un perro inteligente y tranquilo pero un poco testarudo.
Este gigante necesita entrenamiento precoz para lograr ser un perro ejemplar.
Este animal será capaz de arriesgar su vida para proteger a la que considera su familia.
Inmediatamente que se acerque un intruso oirás un fuerte ladrido como disuasión y una atención al detalle sin perderle la vista al intruso.
Con las personas que él considera su familia se mostrará cariñoso, incluyendo niños y otras mascotas.
La socialización es parte fundamental durante su desarrollo, especialmente por su tamaño y fuerza.
Cuidados del Mastín Tibetano
El Mastín Tibetano no es un animal que se adapta bien a los climas cálidos o la vida urbana.
Su pelaje necesita ser cepillado por lo menos 2 o 3 veces por semana y en época de muda probablemente requerirá cepillados diarios con una herramienta adecuada.
Al ser un animal tan grande debes vigilar que se ejercite frecuentemente y recuerda que aunque tengas un jardín grande, si tu no lo ejercitas él preferirá quedarse contigo.
Aunque no requiere ejercicio intenso, necesitará de paseos largos.
Es importante administrarle alimento de primera calidad, sobre todo en época de crecimiento y lo ideal es evitar el sobrepeso.
El entrenamiento y la socialización son esenciales para este animal, aunque lidiar con su carácter testarudo será todo un desafío.
Salud del Mastín Tibetano
Como todos los perros gigantes, el Mastín Tibetano, por lo general, suele padecer de problemas ortopédicos como displasia de cadera y codo o problemas en las articulaciones.
Es recomendable alimentar a tu Mastín Tibetano en altura, utilizando un comedero apropiado y dividir el alimento diario en dos porciones.
Todo esto ayudará a evitar torsiones gástricas.
Los animales de esta raza pueden sufrir hipotiroidismo y cataratas en su edad avanzada.