Inteligente, alerta y cariñoso. Aquel que conoce a un Corgi no quiere saber de otras razas. Sigue leyendo y te contaremos porque este pequeño perro puede llegar a tener tantos adeptos.

Orígenes del Corgi

Los orígenes del Welsh Corgi están rodeados de historias folclóricas que incluyen hadas y duendes. 

Cuenta una leyenda en el País de Gales, que los Corgi eran los perros de las hadas y los duendes de los bosques galeses.

Por otro lado, se dice que esta raza fue introducida en la región de Gales por Celtas y Vikingos entre los siglos IX y XII.

De hecho, se dice que el nombre de esta raza viene de la palabra Celta “cor gi”, cuya traducción es “perro enano”.

Lo que sí es cierto, es que la raza fue desarrollada desde hace varios siglos como perros de pastoreo.

Esta labor la hacían ladrando y mordiendo la parte baja de las patas del ganado, y siendo pequeños les era fácil correr por debajo del rebaño sin ser pateados.

También, fueron utilizados para custodiar rebaños de ocas y otras aves de corral.

El Kennel Club del Reino Unido reconoció oficialmente a esta raza en el año 1925. 

Características físicas y temperamento de un Corgi

El Corgi está ubicado en la categoría de perros de pastoreo. 

Es un perro elegante, su cuerpo es robusto y aproximadamente un 40% más largo que alto. 

Son animales de patas cortas y gruesas. Su cara se asemeja a la de un zorro, con ojos brillantes y orejas puntiagudas.

El Corgi mide entre 25 y 30 cm de altura y pesa entre 10 y 12 kg. 

Los colores característicos de la raza son rojizo, canela, marón, negro y fuego con o sin marcas blancas. El pelo es liso, de longitud media, de doble capa e impermeable.

En lo que respecta a su temperamento, podemos decir que el Corgi es un perro obediente, inteligente, leal y amistoso con su familia.

Sin embargo, puede ser desconfiado con los extraños y puede ser agresivo con otros perros.

Por esta razón, se recomienda una socialización temprana para evitar problemas de conducta.

El Corgi siempre está alerta y es excelente guardián, pero el entrenamiento es necesario para mantenerlo estimulado.

También, para corregir conductas no deseadas, como ladrar en exceso o “pastorear” a las personas, llegando incluso a morderles los tobillos. 

Tener un Corgi puede llegar a ser un desafío para algunas personas, pero es un perro ideal para un hogar con mucha actividad.

Cuidados y salud de un Corgi

Al ser un perro de muda el Corgi debe cepillarse por lo menos una vez a la semana y en época de muda diariamente. 

Este cepillado es conveniente hacerlo con una herramienta adecuada para eliminar el pelo suelto de la muda.

Realizar baños mensuales, aplicando un shampoo apropiado, será suficiente.

También, se puede aprovechar para hacerle limpieza de oídos y corte de uñas, si es necesario.

El ejercicio es vital, el Corgi es un perro de trabajo por lo que deberá ejercitarse con paseos largos e incluso disfrutará corriendo.

De esta forma, podrá ejercitar su mente así como evitar el sobrepeso.

Es recomendable suministrar alimento de primera calidad y ajustado a su edad, peso y condición física. 

Los snacks son excelentes cómo recompensa cuando los entrenas, pero el Corgi es propenso a sufrir de sobrepeso por lo que es recomendable limitarlas.

El Corgi tiene una expectativa de vida de entre 12 y 15 años y en su mayoría suelen ser animales sanos pero pueden sufrir problemas de displasia de cadera y codo, cataratas y problemas de retina.

No dejes que su pequeño cuerpo y su cara feliz te engañen, este perrito exigirá mucho de ti, pero si estás dispuesto a dárselo tendrás a la mascota ideal.