El Pastor Holandés es una raza muy rara de los Países Bajos que estuvo a punto de extinguirse. Utilizado para el trabajo en granjas, es inteligente e independiente. Aquí te contamos todo sobre esta raza
Origen del Pastor Holandés
El Pastor Holandés ha existido en los países Bajos desde hace siglos. Siempre ha desempeñado un trabajo concreto, cuidar ovejas y ganado.
Durante el siglo XIX esta raza fue mejorada por sus criadores holandeses, tratando de obtener mayor fuerza, velocidad y agilidad sin descuidar otros atributos ya presentes, como la inteligencia.
Los primeros Pastores Holandeses venían en colores variados. Sin embargo, en 1914 se estandarizó que fueran únicamente atigrados para diferenciarlos de los Pastores Alemanes y Pastores Belgas.
Con la industrialización, a principios del Siglo XX disminuyeron los rebaños de ovejas.
A esta situación se sumó la falta de criadores durante la Segunda Guerra Mundial, por lo que este pastor estuvo a punto de extinguirse.
Pero a partir de la segunda mitad del siglo XX, el pastor comenzó a aparecer nuevamente.
Esta vez como mascota familiar y como perro de servicio.
En la actualidad, esta raza de perro, aunque no es una raza popular, mantiene sus admiradores, especialmente en unidades de rescate, policiales y de perros guía.
También, podemos encontrar algunos que mantienen su trabajo de pastoreo de ovejas.
Características del Pastor Holandés
El Pastor Holandés es un perro considerado como mediano y su altura se ubica entre 55 y 62 cm dependiendo del sexo.
El peso aproximado es de 30 kg y su esperanza de vida puede estar entre los 12 y 15 años.
El cuerpo de este perro es fuerte, proporcionado y musculoso.
La cola presenta una leve curvatura, su hocico es alargado, tiene la trufa negra y las orejas erguidas.
Su pelaje viene en tres variedades, pelo corto y duro, pelo largo y liso y pelo duro y denso pegado al cuerpo.
En cualquiera de las variedades, el Pastor Holandés posee doble capa y viene en color atigrado con base dorada o plateada.
Carácter del Pastor Holandés
El Pastor Holandés se destaca por ser un perro extremadamente inteligente y autosuficiente.
Este animal es cariñoso, leal y devoto a su familia.
Sus deseos de complacer lo hacen un perro altamente entrenable.
Si posees una de estas razas de perro, disfrutarás de horas de diversión en competencias de agility o flyball.
La estimulación mental y el ejercicio son esenciales en la educación de este animal.
Cuidados del Pastor Holandés
Como con cualquier perro, el Pastor Holandés requerirá de visitas periódicas al veterinario para vacunas, chequeos y desparasitaciones.
La higiene también es importante, debes bañarlo cuando sea necesario y limpiar bien sus oídos.
También deberás chequear sus uñas y recortarlas para evitar que se agrieten ya que sus uñas crecen rápidamente.
Las variedades de pelo corto y largo necesitarán cepillados regulares para eliminar el pelo muerto y para eso puedes utilizar la herramienta adecuada.
En cuánto a la variedad de pelo duro, esta requerirá visitas a la peluquería.
El ejercicio diario y los juegos son esenciales para su desarrollo, tanto físico como mental.
La falta de ejercicio puede generar comportamientos destructivos por aburrimiento.
La dieta del Pastor Holandés debe estar formulada de forma equilibrada y para ello lo mejor es un alimento que favorezca la energía y vitalidad.
Si es posible, deberás incluir aceite de pescado que ayuda a mantener su pelaje y piel en condiciones óptimas.
Salud del Pastor Holandés
El pastor Holandés es un raza que goza de buena salud.
Incluso, son menos propensos a padecer displasia de cadera o codo, artritis o problemas gastrointestinales en comparación con perros de razas similares.
Sin embargo, esta raza de perro puede padecer problemas de piel y alergias.
