Seguramente, los primeros animales que la mayoría de los padres adquieren cuando sus hijos les piden una mascota, son hamsters. Pero antes de adquirir uno, debes tener en cuenta ciertas cosas.
Lo que debes saber antes de llevar hamsters a casa
Los hamsters, por su pequeño tamaño, deben manejarse con precaución para no hacerles daño.
Además, al ser un animal nocturno que pasa la mayor parte del día durmiendo, si es despertado repentinamente, puede llegar a morder.
Por esta razón, no es una mascota recomendable para un niño pequeño sin la supervisión del adulto.
Adicionalmente, los niños suelen ser más descuidados a nivel de higiene. Si no toman la precaución de lavarse las manos después de jugar con el hámster, pueden estar expuestos a salmonella o bacterias intestinales que pueden afectar la salud.
Aunque equipes la jaula del hámster con juguetes y aparatos para su diversión, debes dedicarle tiempo e interactuar con él diariamente, ya que son animales muy sociables y pueden deprimirse.
Necesidades y cuidados de los hamsters
Si decides llevarte un hámster a casa, debes comprar una jaula de alambre lo suficientemente grande de manera que se pueda dividir en diferentes zonas.
Debes cubrir el fondo de ella con un buen lecho o pellets higiénicos para favorecer la higiene.
También, instalar una rueda para que el hámster se ejercite, así cómo destinar un área para comer con dispensador de agua y plato de comida.
Igualmente, darle material para roer, un espacio para excavar y trepar y un área para hacer sus necesidades.
Cuando le suministres comida al hámster, la debes colocar en un plato y esta debe cambiarse diariamente, ya que no les gusta comer sobras.
En todo caso, es preferible que le sirvas comida 2 o 3 veces al día en porciones más pequeñas para evitar desperdicios.
Puedes complementar su alimentación con trozos de fruta y verduras frescas, siempre que no sea más del 20% de su dieta diaria.
Estos pequeños animalitos necesitan mucho ejercicio y la mejor forma de mantenerlos felices es ofreciéndoles sitios para ejercitarse y muchos juguetes.
Los hamsters no requieren bañarse o cepillarse, ellos se encargarán de su aseo personal. Sin embargo, la jaula si debe limpiarse semanalmente.
Debes llevar a tu hámster al veterinario por lo menos una vez al año. Igualmente, si ves que hay cambios en su comportamiento habitual, si tiene problemas para comer o si notas problemas en su piel.
Datos curiosos de los hamsters
Los hámster son animales muy inteligentes que pueden aprender su nombre con facilidad. Cada vez que te acerques a él, llámalo, y verás que en poco tiempo responderá a tu llamado.
Los dientes de los hamsters nunca dejan de crecer, por lo que debes suministrarle alimentos y material para roer con el fin de que pueda gastarlos.
Los hamsters tienen unos saquitos a la altura de sus mejillas donde atesoran su comida. Una vez que están llenos, puede parecer que su cabeza aumenta el doble o triple de su tamaño.
Estos sacos son como una bolsa del mercado, allí colocan todo el alimento y lo transportan a un lugar cómodo para posteriormente sacarlo y comérselo sin ser molestados.
Los hámster son animales nocturnos, cuando duermes él estará jugando. Igualmente, no se adaptan bien a vivir con otro hámster, prefieren vivir en solitario.
Si decides tener un hámster, no podrás vivir en Hawaii ya que en esa isla están prohibidos.
Debido a que el clima de Hawaii es ideal para que estos pequeños animales se reproduzcan, las autoridades tienen miedo de que puedan escapar de sus hogares, formen colonias salvajes y afecten el ecosistema del lugar.