Los kennel son accesorios útiles para nuestras mascotas. No está de más entrenar a tu perro a usar un kennel.
Originalmente, los kennels fueron inventados para facilitar el transporte de animales, pero en la actualidad se han convertido en una de las mejores herramientas para el entrenamiento de nuestras mascotas.
En su ambiente natural, los lobos, zorros y felinos descansan y se esconden de agentes externos en una madriguera.
Este es un lugar donde pueden relajarse y protegerse de intrusos o de las inclemencias del tiempo. También, donde pueden recuperarse cuando se sienten mal o están heridos.
Podemos aprovecharnos de este comportamiento para darle otros usos al kennel.
Qué tipo de kennel se debe comprar
Al momento de elegir un kennel lo primero que debemos tomar en consideración es lo siguiente: que el animal pueda estar de pie con algo de holgura. También, que tenga espacio suficiente para acostarse y que pueda girar dentro de él.
Existen diferentes tipos de kennel. La selección es muy amplia e incluye tanto colores, materiales, así como formas que se adaptan a todas nuestras necesidades.
Si tienes un gato deberías considerar escoger uno de plástico, resistente a golpes, ruidos y que sea desmontable.
En cuanto al kennel de nuestro perro este varía un poco dependiendo de la raza de nuestra mascota.
Si tenemos un animal pequeño o mediano podemos seguir las mismas pautas que las de un gato y buscar un kennel plástico. Existen modelos de kennel fabricados con materiales flexibles que pueden resultar cómodos para razas pequeñas.
Pero si hablamos de un perro de raza grande como un San Bernardo, Mastín, Boyero o Gran Danes quizás tengas que escoger uno de metal tipo jaula.
Si este es tu caso, asegúrate de que sea desmontable y seguro. Además, que tenga una bandeja removible de goma o plástico en el piso para proteger las patas de tu perro.
Cómo mantener el kennel limpio.
Piensa en el kennel como la habitación de tu mascota. Por lo tanto, debes asegurarte que siempre se mantenga limpio.
La frecuencia de la limpieza varía dependiendo de la condición del animal, pero una vez a la semana suele ser suficiente.
Comienza por remover del kennel las mantas y juguetes y luego lávalo con un detergente suave y vinagre. Evita usar productos con olores intensos que puedan molestar a tu mascota.
Una vez lavado, sécalo bien con un trapo, con un secador de pelo (si el kennel es pequeño) o al aire libre para evitar la aparición de moho.
Los animales generalmente no hacen sus necesidades donde duermen o comen, por lo que la limpieza de tu kennel no debería tomarte mucho tiempo.
Kennel: Cómo entrenar a tu perro a usarlo
El uso principal de un kennel es el transporte de nuestra mascota desde y hasta el veterinario, así cómo el transporte en general de tu mascota.
Pero el kennel también puede usarse como un lugar para dormir.
En todo caso, el kennel debe ser una experiencia positiva para nuestra mascota por lo que jamás debe utilizarse como un castigo.
Lo ideal es hacer que el animal se sienta cómodo en su kennel. Para esto puedes colocar una manta, juguete predilecto o cualquier cosa que sea de su agrado en el interior del mismo.
Comienza con colocar el kennel en un lugar tranquilo y de poco tránsito. Déjalo abierto (existen modelos de kennel que puedes remover la puerta) por unos días hasta que consideres que tu mascota se acostumbró a su presencia y no lo sienta como una amenaza.
Luego, comienza a lanzar premios dentro del kennel para que tenga que entrar a buscarlos. También, puedes lanzar un juguete dentro para que él lo busque.
Si el perro permanece en el interior del kennel, aprovecha y cierra la puerta sin ajustarla. Unos segundos más tarde la abres. Esto lo repites varias veces, y vas alargando el tiempo hasta conseguir que el perro se sienta cómodo, tanto con la puerta abierta cómo cerrada.
El entrenamiento puede durar un par de semanas. Pero con un poco de paciencia, lograrás que tu mascota pase gran parte del día dentro del kennel sin complicaciones.