Ni te has sentado en la mesa y ya escuchas el ‘miau miau’ de tu gato o un gimoteo agudo por parte de tu perro. Tratas de ignorarlo pero se pone peor: te miran con ojitos de tristeza, ponen una pata sobre tu pierna o incluso se suben a tu regazo. Aquí algunas claves para corregir esta actitud que puede afectar su alimentación y tu tranquilidad:
- No cedas ante su gimoteo
Si tu perro o gato llora por que le invites algo mientras comes y tú le das alimento estás enseñándole que gimotear es la manera adecuada de obtener lo que quiere.
- Ignora a la mascota
Muchas veces llamarle la atención, gritarle o hablarle no evitará que tu mascota siga gimoteando por comida. Lo mejor es ignorarlo evitando el contacto visual, tocarlo o hablarle.
- Que no te de pena, tú sabes que tu mascota está bien alimentada
No permitas que te agarre el sentimiento; refuerza tu voluntad al saber que tu mascota está bien alimentada (¡tú mismo le das de comer!). No te pide la comida por hambre sino por instinto.
- Asegúrate que todos sigan las mismas reglas
Aunque tengas una voluntad de acero, si otras personas en la casa alimentan a tu mascota cuando esta llora por comida el proceso no funcionará.
- Mantén la disciplina y se consistente
Para que tu mascota aprenda que llorar por comida no le dará resultados, debe ser así siempre. Si cedes una vez, el proceso de aprendizaje retrocede.
- Ten paciencia
Como cualquier proceso de aprendizaje y disciplina, tomará tiempo. No te des por vencido si después de una semana tu mascota sigue pidiéndote comida debajo de la mesa.