Cierras la puerta de casa y escuchas a tu perro llorar y rasquetear la madera. Horas después, llegas del trabajo y tus vecinos te dicen que estuvo ladrando de manera interminable. Es posible que tu mascota sufra de ansiedad por separación. ¿Qué hacer para que no sea un dolor de cabeza cada vez que tienes que salir de casa?
- Déjalo solo de manera progresiva desde cachorro
Enséñale a estar solo de a pocos. Primero déjalo por cinco minutos, luego amplía el tiempo a unos 15 minutos. La siguiente vez hazlo por una hora completa y así de manera progresiva conforme va creciendo.
- No cedas ante su llanto
Si llora o gimotea y lo dejamos salir estamos recompensando su actitud y enseñándole que esa es la forma de liberarse.
- No dejes que tu perro te siga a todos lados todo el tiempo
Debes demostrarle a tu mascota que no es necesario estar juntos todo el tiempo. No permitirle que te siga por toda la casa le dará la confianza necesaria para permanecer solo en otras oportunidades.
- Ejercítalo antes de dejarlo solo en casa
Pasear a tu perro por las mañanas lo dejará más cansado y con un ánimo más tranquilo para cuando debas ir a trabajar. Así reposará mientras los dueños están ausentes.
- No hagas un escándalo de la despedida
Nada de despedirse con voz de bebé y millones de caricias. Si uno hace de la despedida un gran tema, el perro lo tomará como tal. Mantén la calma y sal de casa sin escándalos. Si necesitas despedirte efusivamente, hazlo un buen tiempo antes de salir.
- Cambia tu rutina
Si tu perro se pone ansioso apenas te ve agarrar tu casaca o tus llaves, cambia el orden en el que haces las cosas. Guarda tus llaves media hora antes, utiliza las escaleras, otra puerta, etc.